lunes, 13 de abril de 2009

Bendición del Pan


Miércoles 8 Abril 2009, Acámbaro. Los Oficios de Semana Santa abren en esta ciudad, con la Bendición del Pan, Vino y Hierbas Amargas, recordando la inmensa bondad de Dios Padre que nos da el alimento (pan), el vino para alegrarnos y las hierbas amargas hacen una reminiscencia al Pueblo de Israel cuando salió de Egipto a toda prisa y con penurias (Éxodo); pero también es un signo actual de los tiempos y problemática que vivimos, en su homilía el Párroco de San Francisco de Asís en Acámbaro Fray Daniel Martínez Vega OFM, hizo énfasis en la pérdida de valores y como esto nos lleva a deshumanizarnos y afirmó “El secuestro, la extorsión y otros males, son ahora las Cruces, la Pasión que vive nuestra Patria por tanta maldad, por tanta lucha y crueldad, cuando el Hombre no vive los Mandamientos, se olvida de Dios, busca ser más que los otros, no busca el amor del prójimo, está DESHUMANIZANDO al Mundo, a la Familia, a la Comunidad y esta Semana Santa es para que cada uno de nosotros meditemos de que manera estamos colaborando, para que esa paz se de, no sólo en nuestro interior, sino a nuestro alrededor. ¿Cuánto me das? Esa es la pregunta de ahora, no por la crisis económica, sino por la crisis de valores, en la que muchos buscan obtener algo a cambio, pero no se preocupan por lo espiritual, si no sólo por lo material y allí es donde nos damos cuenta que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda Palabra que sale de la boca de Dios; ¿cuánto me das por limpiar el templo? ¿cuánto me das por cuidar?, en tiempo de Nuestro Señor Jesucristo también se daba esto con Judas, como era el encargado de la bolsa, buscaba una oportunidad para entregar a Jesús; nosotros igual entregamos a nuestro prójimo, andamos buscando la oportunidad para entregarlo, difamarlo o para venderlo; Jesús no se arrepiente de su Amor y el Signo que hoy nos presenta Él, cuando moja el Pan en su mismo plato para entregárselo a Judas; esto no sólo se da en el Medio Oriente, sino también entre los novios, cuando uno de ellos moja su pan en el plato, en el chocolate o le da su alimento a la novia, es un signo de amor, en aquellas tierras es un signo de amistad, de hospitalidad; el Amor de Jesús no cambia, no se arrepiente, por eso es uno de sus atributos la Inmutabilidad, Él no cambia es inmutable, no actúa como nosotros los humanos, que decimos hoy si, mañana no; Jesús se mantiene firme en su Amor, aunque tenga que sufrir el dolor, la incomprensión, la soledad y abandono, Jesús se mantiene firme en el Amor que nos ha prometido y este Jueves Santo lo escucharemos en el Evangelio “Les doy un Mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros, como Yo los he amado”, el Amor siempre debe ser novedad para el cristiano, signo que acompañe a cada uno de nosotros en la vida diaria, tanto para el trabajo, los quehaceres domésticos, en la convivencia; al final de la jornada, al final de nuestra vida, Dios nos va a examinar según el Amor; Dios no se arrepiente y a pesar de la traición de Judas, a pesar de la negación de Pedro que muchas veces también nosotros lo negamos con nuestra incoherencia de vida, con nuestras faltas a los Mandamientos, al Evangelio, con nuestra falta de amor y de paz; “Más le valiera a ese hombre no haber nacido” dice Jesús, “A caso soy yo, Maestro” empezamos a preguntar cuando no está uno seguro, de cómo está respondiendo a Dios en su vida, siempre va a ser esa la pregunta “A caso fui yo”, cuando se corrige a alguien, no le agrada la corrección sin embargo es para su bien, para crecer en su relación con Dios, con los demás, si es para su bienestar con el tiempo se dará cuenta y agradecerá a Dios que a tiempo le alejó de ese camino, que le separaba del Amor de Dios. Este tiempo de la Pasión, es un tiempo para adentrarnos en nuestro corazón, para buscar paz en medio de tanto ruido, preocupaciones y desesperación, hoy el Señor Jesús nos invita a prepararnos para el Celebrar el Triduo Pascual, con el signo que ustedes presentan, el pan, vino y hierbas, signo de la Cena Judía en la que probaron las hierbas amargas y nosotros probamos la amargura del dolor juntamente con la Santísima Virgen María; el Pan con el que los judíos fueron alimentados en el desierto (Maná, Pan de los ángeles), el vino alimento propia del Medio Oriente que sirve para alegrarnos el corazón, como dice el Salmo y ahora lo presentamos delante de Dios, como un signo del agradecimiento a Dios, por su Providencia Divina, no nos deja sin comer, es generoso y manifiesta de esta manera su amor cada uno de nosotros; todos debemos luchar para de una forma digna obtener el pan, como fruto del trabajo del hombre, trabajo digno con el que agradamos a Dios”, para finalizar Fray Daniel Martínez Vega OFM, invitó a compartir el pan, como el Señor Jesús nos comparte su Pan y Palabra a diario y nos manifieste su amor y no sólo lo hagamos una vez al año; esta devoción de Bendecir el Pan sólo se ve por esta región, no se sabe su origen, es un Sacramental, una Bendición que se hace al final de la Celebración de la Eucaristía, para dar gracias al Señor y tener el sustento con el trabajo de cada día y pedir a Dios nos prepare a vivir la Pascua de Jesús. Al termino de la Eucaristía, como lo había señalado Fray Daniel Martínez V. OFM, bendijo el pan, vino y yerbas amargas, para enseguida rociarlas con agua bendita, apoyado por su sacristán y un seminarista.

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