lunes, 13 de abril de 2009

Sábado Santo, Vigilia Pascual


11 de abril del 2009, Acámbaro, Gto.- La máxima fiesta para todos los católicos del mundo es la Resurrección de Jesucristo, la cual se vive a través de la Vigilia Pascual esta ceremonia revitaliza no solamente los espíritus sino que determina drásticamente la muestra de la Fe.
Fray Daniel Martínez Vega, Párroco de San Francisco de Asís presidio la ceremonia de la luz como se le conoce, la Vigilia Pascual, donde con toda solemnidad y ante miles de fieles que se congregaron en la explanada del Atrio Parroquial, dio comienzo al santo oficio con la consagración del Cirio Pascual, símbolo de la eternidad de Jesús, Cristo Ayer, Hoy y Siempre fueron las palabras que resonaron en los corazones, se acercaron los jóvenes para tomar la luz del Cirio y distribuirla entre la multitud, comenzó la fiesta de las fiestas que es la Pascua de Resurrección, por la cual fuimos preparados en toda la cuaresma que es el acontecimiento central de la fe y de la vida, a partir de ella tiene sentido todo lo que se hace y todo lo que somos, San Pablo dice “Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra Fe”, No tengan Miedo, son las palabras que Jesús dirige a sus discípulos y a las Santas Mujeres, que en los evangelios de la resurrección que estaremos escuchando durante toda la pascua.
De lo espiritual y espectacular de la ceremonia se destaca la aparición de dos enormes rosarios hechos en globos los cuales se dejaron al aire, mientras en torno a un espectáculo de luces, cantos de alegría y los pañuelos que ondeaban los feligreses, se elevaba en el Altar la presencia de Jesús Resucitado primero representado por un joven de la comunidad y luego sustituido por la imagen de Cristo, posteriormente se proclamo el Evangelio y además al realizarse la confirmación de los compromisos bautismales se bendijo el agua y a ocho días de haber sido presentados ante la Iglesia Doce Catecúmenos (Hombre que se esta instruyendo en la Fe de la Iglesia Católica) niños y jóvenes acompañados de sus padrinos recibieron los sacramentos de iniciación, el bautismo, la confirmación y la primera comunión, siendo ejemplo vivo de la fe y de la esperanza.
En su homilía el presbítero Daniel Martínez Vega Cura de San Francisco de Asís invito a la comunidad ahí reunida a que todos los signos y símbolos que vieron elevarse al cielo, no solamente deberían ser vistos como un entusiasmo externo, si no que Cristo realmente esta vivo, que se manifiesta hoy y siempre, que esta noche Cristo ha resucitado, la cual es prenda de la resurrección de un nuevo universo, que cada uno de nosotros debe de vivir esperando con ello vivir para siempre, con tres momentos fundamentales la liturgia del Fuego Nuevo, de la Palabra donde se proclaman Siete lecturas con sus respectivos Salmos y Oraciones y la Epístola de San Pablo a los Romanos; aunque aparentemente se podría significar como cansada esta ceremonia, no lo es, la realidad es que pocos ponen atención y reflexionan a vivir lo que sufrieron el pueblo judío, por ello en la Noche Santa implica que cada persona abra su corazón a la gracia de Dios, todo lo que se pudiera entender de esta fiesta es poco a lo que realmente significa la Resurrección de Jesús; culminando con la Liturgia Eucarística, por ello es importante comprender los cuatro momentos centrales de la Vigilia Pascual, vivir la alegría que a través de los globos, los pañuelos, las serpentinas como signos claros del gozo nuevo del día bendito de la Pascua, “Somos cristianos porque debemos sumergirnos también en la muerte de Cristo, la vida nueva sale de nuestro corazón, la pascua es la experiencia de que no estamos en el mundo como encerrados en un sepulcro, es la esperanza de que resucitamos cada día, pascua es luz, es gozo, es vida nueva para muchos cristianos la cuestión difícil no es en saber si tenemos fe en la resurrección, si no saber si queremos resucitar, si tenemos ganas de vivir, lo esencial es vivir desde ahora como resucitados, ya que no es para la vida eterna sino ya desde esta vida, cada vez que hacemos el bien, cada vez que perdonamos, cada vez que vivimos el evangelio y los mandamientos, estamos ya resucitando a una vida nueva, Pascua significa por lo tanto que podemos resucitar y podemos vivir la experiencia de la vida eterna; hoy debemos resucitar en la zona en la que estamos muertos, no hay que celebrar solo lo que aconteció sino en la pascua actual que estamos viviendo, por eso hoy la Iglesia necesita un compromiso de cada uno de nosotros como bautizados, la Iglesia somos todos pero tenemos que unirnos para tener fuerzas” así lo subrayó el párroco de San Francisco de Asís.
Pidió que se viera la presencia del resucitado, elevando oraciones al cielo para la paz en el mundo, en el país, en Acámbaro, que este signo de fe se mostrara en la conversión de las actitudes negativas, para vivir en armonía, vivir comprometidos con la búsqueda de una luz que acabe con la Cultura de la Muerte, perder el miedo a amar, perder el miedo a aquello que nos impide ser felices; también habría que entender que ante la falta de vocaciones el Papa Benedicto XVI explico que ahora es el tiempo de los laicos, es el tiempo en que cada uno de nosotros seamos pilares y activistas de la Iglesia.
Al concluir la ceremonia el grupo de jóvenes de la parroquia, presento un numero musical con el objetivo de manifestar la alegría, el dinamismo y el compromiso por realizar los retos que la Iglesia nos ha presentado a través del Documento de Aparecida (Brasil) en la cual nos pide una revitalización de la Iglesia, de la Fe, para evitar que la Fe en Dios Amor se erosione, por el riesgo de la influencia de las cosas mundanas, que en este continente la Fe y el Amor puede transformar y habrá cosas nuevas, alienta a que no se tenga miedo, a que en el Amor del Padre pueda haber discípulos y misioneros.

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